Menor consumo
Los motores diésel suelen ser más eficientes en el uso del combustible que los motores de gasolina debido a su ciclo de combustión y a la relación de compresión más alta. Los motores diésel comprimen el aire antes de inyectar el combustible, lo que aumenta la temperatura del aire y, por lo tanto, la eficiencia térmica del motor. Además, la combustión del diésel produce más energía por volumen que la combustión de la gasolina.
Estas características del motor diésel permiten que el combustible se queme de manera más completa y eficiente, lo que se traduce en un menor consumo.
Más sencillo de utilizar
Los motores diésel suelen ser más fáciles de utilizar debido a que producen más fuerza a bajas y medias revoluciones, lo que significa que el conductor no tiene que cambiar de marcha con tanta frecuencia. Sin embargo, esta ventaja ha perdido importancia en la actualidad, dado que cada vez se venden más coches con transmisión automática.